Algunos de los dulces de Japón que llevo para mis amigos y familiares. La mitad de mi equipaje son regalos esta vez, así que espero no recibir quejas :D
Esta vez llevo un producto de Japón que me parece muy curioso. Se trata de un antifaz desechable para dormir que se calienta por sí solo y que desprende un olor agradable, para dormir mejor. Como la caja trae 12 unidades, puedo repartirlo entre varias personas.
Golosinas típicas de Japón que compré en el supermercado. Si has visto algún festival japonés, seguro que conoces todas estas comidas.
Caramelos de varios personajes muy famosos y golosinas de Ramune (una especie de refresco con burbujas muy popular en Japón).
Nunca he comido muchas patatas fritas Pringles, pero mis amigos van a poder probar las patatas de sabor a alga en esta ocasión :D
Estoy completamente enamorado de los pasteles de piña de Taiwán. Así que los incluyo en mi equipaje para el viaje, aunque no sean un producto típico de Japón. Los compré en el barrio chino de Yokohama.
Posiblemente el objeto más curioso que llevo a España es una consola Super Famicon. En Japón esto se puede comprar por unos 20 euros. Además de la consola, llevo juegos tan míticos como Super Mario World, Donkey Kong Country, Street Fighter II o Puzzle Bobble.
Lo curioso de esta videoconsola es que tiene la caja, los plásticos de embalaje originales e incluso las instrucciones y garantía originales. No creo que la garantía siga siendo válida 30 años después, hahaha.
Este es todo mi equipaje para el viaje. Aunque llevaría dos maletas, solo tengo una en Japón. Pero nada que no se solucione con una caja de cartón.
Este viaje tampoco es un viaje normal. Aunque en la mayoría de países en el resto del mundo ya se ha recuperado la normalidad después del COVID-19, Japón es un país que en 2022 sigue cerrado al turismo internacional 3 años después del inicio de la pandemia. El aeropuerto internacional de Narita, por el que antes circulaban miles y miles de pasajeros a diario, aún sigue prácticamente desierto.
Por otra parte, debido al actual conflicto en Rusia y Ucrania, mi viaje será más largo de lo normal, con un vuelo de casi 12 horas entre Tokio y Dubái y a continuación un vuelo de unas 8 horas entre Dubái y Madrid. En total, aproximadamente 20 horas volando. Y un total de 30 horas desde que salgo de mi casa en Tokio hasta llegar al lugar donde me quedaré en España. En definitiva, el viaje más largo -en duración- que he hecho, hasta la fecha.
La pantalla de salidas de vuelos en el aeropuerto internacional de Narita, el mayor aeropuerto de Japón, parece más bien la pantalla de salidas de un pequeño aeropuerto regional.
Tras el primer vuelo, aparezco en Dubái. Nunca había estado en este aeropuerto anteriormente, que a fecha de hoy es seguramente la principal conexión para los vuelos entre Europa y Asia.
Un caramelo M&M muy adaptado a esta zona del mundo.
A las 4 de la mañana, todavía no había mucha actividad en el aeropuerto, pero a las 7h sí que estaba llenísimo de gente.
Las pantallas de información de vuelos en Dubái muestran vuelos cada 5 minutos. Muy diferente de la situación en Japón.
Algo que me llamó mucho la atención en Dubái fue la cantidad de gente sin mascarilla que había en el aeropuerto. En Japón todos seguimos utilizando la mascarilla en todas partes, ya sea en el transporte público, en la calle o en las oficinas. Para mí ha sido un pequeño shock ver esto.
Un enorme avión Airbus 380 aparcado en el aeropuerto de Dubái. Todavía no he viajado en este gigante avión de dos plantas.
Mi avión hasta Madrid es este Boeing 777, uno de los que más utilizo últimamente y que por cierto me encanta porque me parece muy cómodo.
¡Y por fin pisando Madrid después de casi 2 años en Japón! ¡Todavía no me lo creo!
El viaje ha sido agotador y a partir de aquí empieza la bonita experiencia de redescubrir mi propio país con unos ojos muy diferentes. Me siento prácticamente como un turista :)
Primer amanecer en Madrid. Tras un viaje tan largo, más o menos me he adaptado a la diferencia horaria, pero no completamente. En verano la diferencia horaria entre Madrid y Tokio es de 7 horas, pero en Japón amanece a las 4 de la mañana y en Madrid no sale el sol hasta las 7h. Así que a efectos prácticos es como si la diferencia fuera de 10 horas. Espero adaptarme cuanto antes.
Esta vez sí, ¡nos vemos durante los próximos días en Madrid!
Jon Responder
Gran idea las mascarillas que se calientan. En verano. Disfruta del viaje!