Un Día en Tokio 5

Escondido entre botes de alcohol desinfectante y mamparas de plástico vive mi nuevo compañero de oficina, Doraemon.

También un pequeño oso panda vive en la oficina.

Las vistas desde la oficina son muy bonitas. Puedo ver el río Tama y un enorme centro comercial.

De este lado, se puede ver la ciudad de Tokio, cuyo fin no se alcanza a ver.

Vistos desde la oficina, los trenes de Tokio parecen juguetes de trenes en miniatura.

Normas de conducta japonesa en el ascensor: por favor permanece en silencio para no molestar a las demás personas en el mismo ascensor.

Debido al COVID-19, aún mantenemos distancia social también dentro del ascensor. También los gatitos deben mantener la distancia.

De vez en cuando puedo probar los curiosos productos de Japón. En este caso, caramelos con sabor a Calpis y a melón.

Aún estoy dándome de alta en los diferentes método de pago que se pueden usar en Japón, lo cual al principio es un poco tedioso. Esta es la tarjeta Edy de Rakuten, que básicamente es una tarjeta monedero que se puede utilizar para pagar en multitud de tiendas y que -al pagar- permite obtener puntos de Rakuten.

En la oficina tenemos un montón de paraguas de plástico transparente por si la lluvia nos sorprende :)

Trabajar cerca de un centro comercial me parece muy práctico por la gran cantidad de tiendas que hay. En este caso, el horario del supermercado no es una errata, sino que indica que abre de 10 de la mañana hasta la 1 de la madrugada del día siguiente.

Tengo una tienda oficial de Snoopy junto al trabajo :D

Otro de los regalos de esta oficina son las vistas del atardecer junto al río Tama.

En la foto, al fondo, se puede ver el Monte Fuji. ¡Creo que esta oficina tiene las vistas más bonitas que ninguna otra donde he estado hasta el momento!

¡Nos vemos pronto!