A continuación explicaré los motivos por los que pienso que normalmente fracasan los propósitos de año nuevo.
El primer motivo por el que fracasamos en cumplir con los propósitos es que se trata de autoimposiciones que hacemos imaginando con un resultado mucho mejor en nuestras vidas. Pero sin embargo no tenemos en cuenta qué sucederá durante el camino que tendremos que recorrer para alcanzarlo. Cuando nos proponemos adelgazar, el único beneficio que vemos en nuestra mente es estar más delgados cuando termine el año. ¿Pero qué pasa durante el camino? ¿Acaso a partir de ahora vamos a renunciar a desayunar o a merendar? ¿También vamos a renunciar a todos los dulces o a nuestros platos favoritos?
Pensemos profundamente en el camino que tenemos que recorrer. ¡La ruta para estar más delgados parece que transcurre por aguas difíciles! Y lo mismo se aplica para otros propósitos de fin de año comunes. Quieres dejar de fumar, ¿verdad? Eso significa que cuando estés tomando en la calle con conocidos y varios de ellos se pongan a fumar, en el momento en el que empieces a respirar humo permanecerás impasible y no podrás fumar tú también. ¡Complicado!
Cumplir con los propósitos que alegremente habíamos planteado el 31 de diciembre normalmente es una misión realmente complicada. Si hemos plantado propósitos que nos conducen por caminos desagradables es muy complicado que soportemos caminar por ellos durante mucho tiempo seguido. ¡Ni hablar de un año completo!
Estoy convencido de que si queremos realizar cambios positivos en nuestras vidas (no necesariamente al principio del año) primero debemos asegurarnos de que transcurren por un camino muy agradable. Es una muy buena forma de que nos mantengamos en el camino. Así nos lo demuestra la experiencia. Si alguna vez te has propuesto algo que te ha llevado por el camino de la tortura propia probablemente lo pudiste soportar durante pocas semanas. ¡Como mucho durante un mes!
¿Quieres perder peso? Apúntate a un equipo para practicar un deporte que te encante. Disfrutarás con todos los entrenamientos y como consecuencia colateral habrás perdido peso. ¿Te gustaría dejar de fumar? Enamórate de la persona de tu vida. Si esa persona no fuma, deja de fumar tú también. Si se trata de la persona de tu vida no querrás que una minucia como el tabaco lo pueda estropear todo.
Disfrutemos del camino. De este modo permaneceremos mucho más tiempo en él.
A la hora de realizar propósitos habitualmente nos olvidamos del tiempo que requiere cumplir con ellos. La mayoría de las personas -al menos en las ciudades- viven muy estresadas y no tienen tiempo para nada. Ante este tipo de gente, la mínima espera puede hacerle sentir muy mal: un semáforo en rojo, perder el tren… Este tipo de gente casi nunca duerme lo suficiente, se acuesta tarde y por las mañanas se quedan dormidos en el autobús. Este tipo de gente podemos ser cualquiera de nosotros.
Tenemos que ser conscientes de que por cada cambio signifique que tenemos que hacer nuevas cosas durante el tiempo que disponemos también tendremos que renunciar a algo que sí estemos haciendo ahora. Realizar el propósito de aprender un nuevo idioma o ir al gimnasio sin renunciar a nada puede ser complicado de conseguir si somos personas ocupadas. Cuando hagamos un cambio positivo en nuestras vidas que implique realizar una serie de nuevas tareas debemos pensar qué otras tareas estamos realizando cotidianamente vamos a dejar de hacer. Aun cambiando de año los días siguen teniendo 24 horas.
Busca aquellas cosas que realices en tu rutina diaria y que no sean valiosas para ti. Deja de hacerlas o busca una forma de realizarlas que libere tu tiempo y así estés disponible para introducirte en otros asuntos. No podemos simplemente añadir cosas a nuestras vidas. También necesitamos quitar cosas de vez en cuando para hacer sitio a las cosas nuevas.
También podemos reconocer que la vida es difícilmente predecible. Por ejemplo, en 2011 una serie de terremotos (y tsunamis) desolaron en Japón desolaron medio país, cambiando completamente el curso de la vida para muchísimas personas -de hecho, para decenas de millones de personas probablemente-. Aunque los terremotos menores son comunes en Japón, nadie (excepto una serie de anime) pudo predecir una catástrofe natural de tal magnitud.
Aparte de las catástrofes naturales, nuestras vidas están sujetas a cambios en las condiciones que no podemos adivinar. Hoy en día muchos de nosotros vivimos pegados a las nuevas tecnologías. La llegada de un nuevo dispositivo electrónico al mercado puede cambiar nuestros hábitos para siempre. Lo mismo puede ocurrir con una aplicación web o servicio online que ni necesitamos instalar en nuestro ordenador. La tecnología cambia y avanza a un ritmo vertiginoso y posiblemente se trate de un ritmo mucho más rápido de lo que nosotros podemos prever. A partir de 2011 en el mundo ya viven más de 7000 millones de personas y la mayoría participan en un mercado muy globalizado. La idea de una persona que se encuentra trabajando en un lejano país como puede ser India o México tiene la capacidad de cambiar los hábitos diarios de muchas otras personas.
El cambio es una constante en sí mismo. La vida y las condiciones a las que estamos sometidos cambian constantemente. Todo puede cambiar: puede crearse una legislación nueva, podemos sufrir una accidente o contagiarnos de una enfermedad… Cualquier cambio que afecte severamente a nuestras vidas es posible.
Cuando pensamos en los propósitos de nuevo año normalmente lo hacemos a un año vista. ¡Este año nuevo voy a ir todos los días al gimnasio! Realmente pienso que cuando todo es susceptible de cambiar, ¡hacer planes a un año se puede considerar hacer planes a muy largo plazo! Planifica tu vida con el plazo que elijas, pero ten siempre en cuenta que todo aquello que planifiques en el futuro cada vez más lejano, tiene muchas papeletas para verse afectado por circunstancias que no podemos predecir aún.
Es realmente complicado continuar con un plan ignorando cambios en el contexto en el que estamos viviendo. Piensa en las compañías discográficas que durante décadas ganaron muchísimo dinero vendiendo cassettes y discos. En el momento en el que Internet se hizo popular en muchos países desarrollados, las tiendas de discos prácticamente desaparecieron al instante y por tanto todo su modelo de negocio se vio seriamente afectado. En el siglo XXI parece que la música dejó de comprarse en tiendas sino que pasó a ser descargada de Internet. ¿De qué sirve a una compañía discográfica ignorar el gran cambio que ha supuesto Internet para muchas personas y que ha afectado directamente a su negocio?
Pienso que ser capaz de abrazar el cambio es muy buena cosa en el entorno variable en el que vivimos. Los propósitos de año nuevo rígidos no las tienen todas consigo. En su lugar, tenemos que ser capaces de ser flexibles y reconducir nuestros caminos cada vez que así sea necesario.
Hasta aquí llegan mis comentarios sobre los propósitos de año nuevo. Espero que te ayuden a ver un enfoque diferente y que puedas tomar en cuenta esta consideración para definir tus próximos pasos en este año.
Disfruta del resto de fotos del CTBA durante la noche. En esta foto aparece la Torre de Cristal, que tiene un jardín en sus plantas superiores a más de 200 metros de altura. En la foto lo puedes ver con su iluminación artificial.
Gente bajándose del taxi para alojarse en el Hotel Eurostar Madrid Tower. Probablemente tengan unas vistas impresionantes desde su habitación.
¡Espero que disfrutes de este año 2012!
Oscar Responder
Feliz año nuevo Antonio. Que lugar mas bello