Publicación Original
Nave de Motores del Metro de Madrid
Descripción Original
Esta fotografía antigua muestra la nave de motores durante su etapa de actividad. Comparándola con la foto actual se puede ver que el edificio se encuentra muy bien conservado y que apenas sufrió modificaciones a lo largo de su historia.
La nave de motores fue edificada junto a la estación de Pacífico durante los años 1922 y 1923, siguiendo las pautas del arquitecto gallego Antonio Palacios, quien diseñó una gran cantidad de edificios emblemáticos de Madrid durante la primera mitad del siglo XX.
El propósito de la nave de motores fue dotar de un sistema de suministro eléctrico estable a la primera línea de metro de Madrid. En los años próximos a 1920, la ciudad de Madrid no contaba con una distribución regular de energía eléctrica debido a la convivencia de líneas con diferentes tensiones y a la dependencia de la climatología a la hora de generar electricidad. Las dos principales compañías eléctricas de Madrid en aquella época generaban energía de origen hidráulico, por lo que la continuidad del suministro estaba ligada a la cantidad de lluvias que se producían. La compañía Hidroeléctrica Española (hoy conocida como Iberdrola) generaba el 98% de su producción energética con energía hidráulica y en el caso de la Unión Eléctrica Madrileña (hoy conocida como Unión Fenosa), la dependencia era del 75%.
La Compañía del Metropolitano de Alfonso XIII, nombre con el que se conocía al Metro de Madrid en el momento de su inauguración en 1924, construyó una central térmica de reserva en la nave de motores de Pacífico para proporcionar energía a los trenes del metro en esta época de suministro eléctrico irregular.
En la nave de motores de Pacífico se instalaron tres enormes motores diesel adquiridos en Alemania. Cada uno de estos motores tiene una potencia de 1475 HP. En el momento de su inauguración, la nave de motores era la mayor central eléctrica de la época. Junto a los enormes motores, se instalaron una serie de transformadores y alternadores para convertir la corriente trifásica a 15 kV que suministraban las compañías eléctricas de la época en corriente continua de 600 V, que es la que necesitaban los primeros trenes del metro para funcionar.
Durante la época de la Guerra Civil Española (1936-1939) la nave de motores proporcionó energía eléctrica a la ciudad de Madrid, mediante la compañía Unión Eléctrica Madrileña.
En los años posteriores, con el avance de la tecnología en el sector de la energía, las compañías de suministro eléctrico fueron capaces de proporcionar un servicio más estable. Por tanto, la existencia de la nave de motores dejó de tener tanto sentido como tuvo en sus inicios, quedando lentamente obsoleta. 20 años después de su construcción, en la década de los 50, dejó de producir energía. Finalmente, en el año 1972 el edificio quedó definitivamente clausurado.
Más de 30 años después, en el año 2005 y a través de una iniciativa del Ayuntamiento de Madrid y Metro de Madrid, se decidió restaurar la nave de motores de Pacífico. El arquitecto Carlos Puente lideró este proyecto para devolver la nave a su estado original, incluyendo tanto las fachadas exteriores como los elementos y la maquinaria de su interior. En el año 2008 abrió sus puertas para que los visitantes puedan conocer este edificio y en el año 2013 fue declarado bien de interés cultural.
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