Cuarentena en Japón por el COVID-19

Cada día, recojo la caja de comida en el hotel. Aquí veo a otras personas en la misma situación que yo, sobre todo estudiantes llegados de China, pero también algunas personas de India o de algunos países del Sudeste de Asia. Ningún occidental a la vista salvo yo mismo.

Mi desayuno típico durante estos días: sándwich, yogur, leche y plátano. Aquí no tengo demasiada posibilidad de elegir.

Nunca había comido tanto arroz en mi vida. Todos los días, para comer y para cenar, la mitad de la caja de comida es arroz. No estaba preparado para esto. ?

Intentando escapar de la dictadura del arroz y comer algo diferente. Durante el fin de semana no recibimos caja de comida, así que puedo ir a la única tienda cercana que hay, un 7-Eleven, y aprovechar para comprar algo diferente. Tampoco hay muchísimas opciones en un 7-Eleven, pues son tiendas muy pequeñas, pero se agradece mucho poder variar un poco la dieta.

De camino al 7-Eleven, los aviones despegan desde el aeropuerto de Narita.

Hay alguien a quien le gusta coleccionar muchos peluches y llevarlos en el coche ?

No muchos lugares donde llegar en coche desde aquí, excepto al aeropuerto.

Sección de manga y libros del 7-Eleven. Comprar un manga en Japón cuesta aproximadamente 3€ si lo compras nuevo en una tienda. En las tiendas de segunda mano suelen costar 1€ o 2€, dependiendo de si es una serie nueva o no y de su popularidad.

One Piece es una de las series más leídas en Japón.

En el 7-Eleven se pueden encontrar muchísimos dulces y chocolatinas.

En Japón puedes comprar Nestea y Aquarius en polvo, para disolverlo en agua cuando estés en casa. Es más fácil de transportar que una botella y ademas ahorras espacio en casa. ¿Te lo comprarías?

Estoy pensando en empezar una serie de nombres desafortunados que vaya encontrando en Japón. ¡En España sería imposible nombrar Kagome a un producto! ?

En Japón a los bizcochos se les llama KASUTERA (カステラ). Para conocer el motivo, hace falta remontarse varios cientos de años en el pasado, pues fue en el siglo XVI cuando los mercaderes portugueses introdujeron el pão de Castela en Japón, a través del puerto de Nagasaki.

Kit Kat de varios sabores exóticos.

Coca-Cola Frozen, una especie de bebida helada que se vende dentro de una bolsa de plástico.

Intentando suplir las carencias nutritivas de las cajas de comida del hotel me encuentro con que un aperitivo habitual en Japón son las almendras mezcladas con pececillos secos. Aún no lo he probado ?

Otro de los alimentos de Japón que pueden ser “difíciles de comer” para un occidental es el natto, producido a base de soja.

Los caramelos Halls en Japón no son cuadrados sino rectangulares.

Deliciosos yogures, uno de mis alimentos favoritos en Japón.

Vistas del amanecer desde la habitación del hotel. Se podría decir que allí al fondo está el famoso sol naciente. ?

Tras 14 largos días en el hotel, por fin llegó el momento de abandonarlo. Las pocas pertenencias que llevo conmigo caben dentro de una maleta y en mi vieja mochila, que por cierto, debería ir pensando en renovar... ?

Además de informar cada día de mi temperatura corporal y síntomas a través de LINE, también necesito llevar un registro para el hotel.

¡Feliz navidad desde el aislamiento en Narita!

Al salir del hotel, uno siente cierto síndrome de la cabaña. Curioso estar tan alejado de España y encontrarme con un poster en la estación de tren donde casi todo está escrito en español, sin duda gracias a la influencia de Andrés Iniesta, que actualmente está viviendo también aquí en Japón.

¡Vistas del Skytree de Tokio desde el tren! ¡Ya tengo ganas de volver a subir a lo alto de esta torre!

A partir de aquí esta pequeña aventura comienza su siguiente etapa. Tras 2 semanas atrapado en la cuarentena, ¡ahora mi estado de ánimo pasa a ser bueno, como indica este cartel en el tren!